Somos JÓVENES.

Somos jóvenes. Se supone que bebemos mucho y nos portarnos mal. Estamos diseñados para la fiesta. Es así. Sí, algunos tendremos sobredosis o nos volveremos locos, pero Charles Darwin dijo: “No puedes hacer una tortilla sin romper algunos huevos”. Y de eso se trata: de romper huevos. Y por huevos, me refiero a emborracharnos con tragos de primera.
La verdad es que lo tenemos todo y la cagamos más que cualquier otra generación. Somos un desastre, soy un desastre. Y pretendo serlo hasta los veintimuchos o incluso hasta los treinta y pocos. De eso se trata la vida.

PARA PONERNOS TONTOS.

- Lunes cuesta martes, imposible sin tu voz. Y es todo un trabajo vivir contigo o sin ti, es todo un trabajo seguir sin ti. Y no tengo la culpa de ser más jonkie cada vez, de tus daños y tus multas, de tus pies, no tengo la culpa de que esto se sume cada vez como si fueran dos burbujas de champagne francés. Y recuerdas aquello que te vuelve a hacer un nudo en la garganta. Aun así aguantas el tipo, eres insuperable.

- Ojos cansados de mirar, no queda noche para mas pero si tu aun dices venga, yo digo vale. Me pone mala esta situación porque algo al final siempre falla o empezar a asimilar lo raro que es todo sino estas andar así, no hay bicho humano que lo enfoque.

- Los que hundimos barcos, volamos alto y dos cuerpos de alfiler se pinchan sin frenos. Todo fluye y se conecta, pequeña salvación por un instante.

- No preguntes cualquier cosa, te echo de menos a morir, pero me han dicho que estaba cantado, SOY CARNE DE TIBURON. Y… Buscándote en mis planes.

-QUIZA SEA YO… QUIZA LAS HISTORIAS QUE NOS LLEVAN AL REPROCHE. 

- AL FINAL DOS HERIDOS GRAVES, DESPERFECTOS CLAVES. 

Haz siempre lo que sientas, y nunca, nunca te arrepientas

Si tienes que olvidar, olvida. Si tienes que ser feliz, adelante, no hay nada que te lo impida. Si tienes que joderte, jodete. Haz lo irracional y lo racional. Lo imposible y lo posible. Llora y ríe a la vez. Haz lo más absurdo y lo mas obsceno que haya en esta vida. Haz lo bueno y lo malo. Hazlo bien y mal. Lo gracioso y lo triste. Lo severo y lo pasable. Lo aconsejable y lo estresante, como esperar que el amor llegue. Lo esperado y lo inesperado. Sé una bocazas o calla para siempre. Comete errores. Sé cabezota. Pasa de todo. Pon bozales a todas esas perras. Corrige tus faltas. Saca de quicio a todas esas. Haz que todas esas guarras te tengan envidia. Bébete tus lágrimas. Trágate tus palabras. Escupe a todas las que solo sueltan mierda de su boca. Sé feliz y haz felices a los demás. Párate a pensar y pierde el tren que lleva a tu felicidad. Folla y falla. Enfádate con el mundo. Haz que tu garganta no haga más que descojonarte de los problemas que a los demás les acojonan. Haz que tu objetivo sea hacer clic en el corazón de alguien. No planees tu vida perfecta, deja que pase. Dí que lo tienes todo. Créete superior a los demás. Intentan que los que no te tragan se ahoguen. Llega tan arriba que nadie pueda alcanzarte. Fúmate los suspiros de todos. Que no te importe que te amen o te odien. Que te abracen o desprecien. Sé egoísta. No te arrastres por la gente a la que no le importas. Deja tus ganas de llorar en otro mundo que no sea el tuyo. 

Me encantaría.

Me gustaría ir a París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Después? A Italia, donde me haré la típica foto donde yo, con toda mi fuerza y valentía, sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga. ¿Luego? A Londres, donde intentaré hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Siguiente? A Las Vegas, donde me gastaré la ostia de dinero en el casino para no ganar ni un centimo pero podré decir: ¡Viva a Las Vegas, baby!. ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad y veré como todo Manhattan amanece. ¿Y por último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Por último me iré a Los Ángeles. Arrasaré en todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré una foto con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiéndome mi Starbucks. También, me haré fotos junto al cartel de Hollywood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en L.A. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré por última vez todo Los Ángeles. Pero cuando vuelva aquí, a España, me esperará lo mejor,me esperarás tú.